27 de noviembre de 2013

Jesús, el Señor Dios te ha dicho: “Tú apacentarás a mi pueblo Israel y tú serás el jefe de Israel”.

Pedíamos a Dios en la primera oración de esta misa que ya “que quisiste restaurar todas las cosas por tu amado Hijo, Rey del Universo, que la creación entera, liberada de la esclavitud del pecado, te sirva y te alabe eternamente”, entrando nosotros como hijos adoptivos del Padre en su gloria, haciendo realidad lo que cantábamos en el salmo interleccional (121, 1-2.4-5):“Que alegría cuando me dijeron vamos a la Casa de Dios”.

22 de noviembre de 2013

“Vivamos con alegría bajo la mirada divina, para encontrar la felicidad plena y duradera sirviéndolo a Él”.


Pedíamos a Dios en la primera oración de esta liturgia “concédenos vivir siempre con alegría bajo tu mirada, ya que la felicidad plena y duradera consiste en servirte a ti, fuente y origen de todo bien”.

16 de noviembre de 2013

“No es el Señor un Dios de muertos, sino de vivientes, por eso, todos hemos de vivir en Él y para Él”.


Cercanos ya a la finalización del Año litúrgico, los textos bíblicos proclamados nos hablan de la resurrección de los muertos, verdad ésta que forma parte de la  Escatología Cristiana que estudia, además, el destino final del hombre y del mundo, el juicio final, y el retorno de Cristo.

5 de noviembre de 2013

“Sólo el que quiere conocer quién es Jesús, se convierte e ingresa a la vida plena”





En la primera oración de esta misa pedíamos por medio de Jesucristo Nuestro Señor en la unidad del Espíritu Santo: “Dios omnipotente y lleno de misericordia, que concedes a tus fieles celebrar dignamente esta liturgia de alabanza; te pedimos  que nos ayudes a caminar sin tropiezos hacia los bienes prometidos”.

1 de noviembre de 2013

“El Señor escucha la súplica del humilde ya que su plegaria llega hasta lo alto, aceptando el culto agradable que le ofrece”.




El texto del evangelio (Lc. 18,  9-14) nos da la oportunidad para sentirnos interpelados nosotros mismos considerando cómo nos vemos reflejados en estas dos figuras que están delante del Señor para orar, cada uno pensando en la mejor manera para hacerlo.