La idea central que nos presentan hoy los textos bíblicos proclamados, refiere a que Dios nos llama a la santidad de vida.
Y así, en el libro del Levítico (19, 1-2.17-18) el Señor indica a Moisés que diga al pueblo elegido “Ustedes serán santos, porque Yo, el Señor su Dios, soy santo”.