29 de abril de 2015

“Respondiendo con generosidad al Buen Pastor, seremos conducidos como rebaño suyo, a la gloria que ya nos alcanzó como resucitado”.


Nuevamente encontramos como el domingo pasado, al apóstol Pedro (Hechos 4, 8-12) dirigiéndose lleno del Espíritu Santo a los jefes del pueblo judío y ancianos, testimoniando que la curación del paralítico fue realizada por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, llevado a la cruz por ellos y resucitado por Dios de entre los muertos.

24 de abril de 2015

“Como testigos de la resurrección del Señor, recordemos y proclamemos lo que hemos visto”


La noche del domingo de la resurrección del Señor (Lc. 24, 35-48), los discípulos que se habían encontrado con Jesús en Emaús, regresan a Jerusalén contando a los apóstoles su experiencia con el resucitado y, que a pesar de arder sus corazones al oírlo explicar las Escrituras, lo reconocieron finalmente al partir el pan.

17 de abril de 2015

“La fe en el Señor resucitado ha de crecer cada día y manifestarse gozosamente en el testimonio en medio del mundo”

“Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor” (Juan 20, 19-31), afirma el evangelio que acabamos de proclamar. Esta debería ser una actitud constante en cada uno de nosotros, por haber resucitado a una vida nueva con Cristo al morir al pecado.

8 de abril de 2015

“Ingresemos al misterio del resucitado para confesarlo cada día con nuestra vida”

Durante estos días de la pasión y muerte del Señor, hemos podido entrar en el misterio profundo del amor de Jesús para con la humanidad, que lo condujo a sufrir lo indecible para restaurar en nosotros la vida de la gracia, perdida por el pecado de los orígenes, y agravada por los pecados que se han acumulado en el transcurso de la historia humana, impidiendo la comunión plena con el Creador. 

1 de abril de 2015

“La opción del cristiano: o el seguimiento de Cristo en la humildad y servicio, o el culto del egoísmo autosuficiente del hombre”

Con su entrada a Jerusalén, Jesús comienza sus días de pasión, muerte y resurrección. También nosotros iniciamos hoy este camino de dolor en el que hemos de actualizar y profundizar los misterios de  la salvación del hombre.