20 de septiembre de 2015

“El Señor es mi apoyo en medio de las persecuciones sufridas por vivir con coherencia la fe cristiana”

Algo esencial que enseña el libro de la Sabiduría (2, 12.17-20) es que los buenos,  por su actitud de “bondad”, molestan a los malos, sobreviniendo la persecución y, no pocas veces la muerte, como al mismo Jesús, que nuevamente anuncia su muerte y resurrección.

17 de septiembre de 2015

El seguimiento de Jesús implica la adhesión plena a su Persona por la fe, guardando y manifestando sus enseñanzas en la vida de cada día.


Los textos bíblicos de este domingo nos interpelan acerca de la necesaria integración entre fe y vida, de manera que manifestemos con coherencia nuestro ser y obrar católicos.

11 de septiembre de 2015

“Al convertirnos de nuestras infidelidades, la misericordia divina repara nuestras heridas y restaura la imagen y semejanza primigenias”.


 
En la primera oración de esta misa pedíamos a Dios que nos mirara siempre con amor de Padre. Esta mirada de Padre la encontramos siempre a lo largo de la sagrada Escritura, de allí que no debe admirarnos que el profeta Isaías (35, 4-7ª) anuncie para un tiempo futuro la venida del Mesías en medio de signos salvadores para el hombre ya que “se abrirán los ojos de los ciegos y se destaparán los oídos de los sordos”, los paralíticos caminan, el desierto reverdece, la vida se hace presente, produciéndose como una nueva creación que el profeta describe diciendo “llega la venganza, la represalia de Dios: Él mismo viene a salvarlos!”.

5 de septiembre de 2015

Jesús llama a tener una mirada de fe sobre nuestro interior, para descubrir el pecado como causa de nuestras malas acciones.




                                                                              El cumplimiento de la ley de Dios asegura al pueblo elegido  ingresar a la tierra prometida (Deut. 4, 1-2.6-8), al confirmar la alianza sinaítica. Además, como expresión de la voluntad del Creador, la ley certifica a cada practicante de ella, no sólo perseverar en la amistad divina sino también  crecer como persona al proteger las aspiraciones profundas de la naturaleza humana.