Este hermoso pasaje de la Escritura permite contemplar el hecho de la Resurrección del Señor, lo que significó para sus contemporáneos y aplicar el suceso a nuestra vida personal.
"Lo único que se necesita para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada." Edmund Burke
27 de abril de 2020
20 de abril de 2020
Que por la gracia y la misericordia del Resucitado, los cristianos renazcan a una vida nueva, logrando la comunión entre los hermanos.
Resulta importante grabar a fuego en el corazón la referencia de san Juan respecto a los signos realizados por Jesús ante sus discípulos y que son dados a conocer “para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan vida en Su Nombre” (Jn. 20, 19-31), ya que la fe en Cristo Resucitado, transforma la vida personal.
15 de abril de 2020
Por la Resurrección de Cristo, el creyente contempla los bienes del Cielo, para darle un sentido nuevo a las cosas de la tierra.
Resulta aleccionador lo que acabamos de escuchar para entender el misterio de la Resurrección gloriosa de Jesús.
12 de abril de 2020
“EL mundo alejado de Dios y abrumado por su impotencia, necesita el mensaje: “No teman, el que estaba muerto ha vuelto a la vida”
11 de abril de 2020
Jesús, en medio de sus padecimientos, recuerda una vez más a la Iglesia que Él ha fundado “Mi Realeza no es de este mundo”.
Hemos seguido la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, y nuevamente hemos contemplado cómo la Divinidad se esconde. Se cumple en el Señor todo lo que anuncia el profeta Isaías (52,13-53,12).
10 de abril de 2020
Jesús ha querido depender para siempre del ministerio sacerdotal para hacerse contemporáneo con la humanidad en la Eucaristía.
Hemos comenzado esta Semana Santa el Domingo de Ramos, con la invitación de conocer más profundamente el misterio de Cristo contemplando en Él cómo la Divinidad se esconde.
6 de abril de 2020
La entrada triunfante del Señor en Jerusalén, es el comienzo del camino de su anonadamiento hasta la muerte en Cruz, y gloriosa resurrección.
En este Domingo de Ramos, con el que comenzamos la Semana Santa, actualizamos el momento en que Jesús es recibido en Jerusalén y es aclamado por la multitud que grita con entusiasmo: “¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!” (Mt. 21, 1-11), y más todavía “Cuando entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió y preguntaban: “[¿Quién es éste?]. Y la gente respondía: [Es Jesús, el profeta de Nazaret en Galilea]”
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