30 de diciembre de 2010

“La familia, matriz de la formación integral de las personas”

La antífona del aleluya que recién cantábamos nos decía que “la paz de Cristo reine en sus corazones; que la Palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza” (Col. 3,15ª.16ª). Este es el designio de Dios para cada uno de nosotros y de nuestras familias. Nuestra aspiración, por lo tanto, ha de ser el asegurarnos que tanto la paz como la Palabra que provienen del Señor recién nacido, se alojen en nuestros hogares al celebrar hoy la Fiesta de la Sagrada Familia fundada por Jesús, María y José.

29 de diciembre de 2010

“No teman, hoy en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador”

El evangeliario abierto en el prólogo de san Juan nos anuncia que el Hijo de Dios plantó su tienda entre nosotros haciéndose hombre en el seno de María. Al comienzo de esta misa de Nochebuena escuchamos el canto de las calendas que nos anunciaba, siguiendo el proceso de la historia humana, el nacimiento del Salvador.

24 de diciembre de 2010

“De la obediencia del mundo a la obediencia de la fe”

Estamos ya en los umbrales de la Navidad. La palabra de Dios nos conduce a la contemplación de este gran misterio de nuestra fe.
En la primera lectura tomada del profeta Isaías se nos narra lo que aconteció en el siglo VIII A.C. en el reino de Judá. Siendo rey Ajaz y, habiéndose unido los reyes de Damasco y Samaría para atacarlo y establecer un príncipe extranjero, éste pide ayuda a los asirios.

17 de diciembre de 2010

“Él mismo viene a salvarnos, preparemos su camino”

Estamos promediando el Adviento del Señor, acercándonos a su nacimiento en la carne como Hijo de Dios.
El apóstol Santiago (5, 7-10) nos dice hoy, “tengan paciencia hermanos hasta que venga el Señor”, utilizando la imagen del sembrador que espera el fruto precioso de la tierra.

10 de diciembre de 2010

“Constantes y consolados por las Escrituras, mantengamos la esperanza”

El apóstol San Pablo (Rom. 15,4-9) nos dice que “todo lo que ha sido escrito en el pasado, ha sido escrito para nuestra instrucción a fin de que por la constancia y el consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza”. Esto ciertamente se cumple en lo que hemos escuchado en la primera lectura (Is. 11, 1-10) donde el profeta Isaías anuncia la presencia del Mesías.
Nos comunica que del tronco de David ya seco por sus infidelidades aparecerá un brote nuevo haciendo referencia al Hijo de Dios hecho hombre, a Jesús. Y este brote nuevo que surgirá del tronco seco de la dinastía davídica, vendrá a realizar una transformación, no sólo en el pueblo elegido, sino también en toda la humanidad. Y así, Aquél que anuncia el profeta, revestido por el espíritu y sus dones, vendrá a implantar la justicia.

1 de diciembre de 2010

“Con alegría vamos al encuentro del Señor que Viene”

Comenzamos con este domingo el tiempo de Adviento, preparándonos así a la venida del Señor. No solamente a la que se realizó ya históricamente, y que actualizaremos en Navidad, sino que desde la fe en aquella venida, esperamos confiadamente la segunda. Cuando Cristo ingresó a la historia humana como Hijo de Dios hecho hombre, lo hizo en la humildad de la carne y tuvo que padecer la humillación de la cruz para salvarnos de todos los males. En cambio, en la segunda venida se hará presente en el esplendor de su gloria.
San Cirilo de Jerusalén dice que aquél que fue juzgado y condenado injustamente en su primera venida, vendrá “para convocar a juicio a quienes lo juzgaron a Él” y también “El que la primera vez se calló mientras era juzgado dirá entonces a los malvados que durante la crucifixión lo insultaron: Esto hicisteis y callé”. (Oficio de lecturas del primer domingo de Adviento).