26 de septiembre de 2014

“Convencidos del “para mí la vida es Cristo y la muerte una ganancia”, laboremos en la viña del Señor para recibirlo plenamente al final del día”

El evangelio  o buena nueva que recibimos de Jesús, siempre nos reclama un cambio de mentalidad que transforme nuestra vida haciéndonos fieles seguidores del Maestro. Así nos lo dice proféticamente Isaías (55,6-9) al afirmar que “los pensamientos de ustedes no son los míos, ni los caminos de ustedes son mis caminos –oráculo del Señor-.”

17 de septiembre de 2014

“Jesucristo se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor mostrándonos el camino de la plenitud evangélica”


La liturgia dominical del tiempo litúrgico “durante el año”, hoy cede su lugar a la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, que la Iglesia celebra cada año el 14 de septiembre. El origen de esta celebración se remonta al 13 de septiembre del año 335 cuando es consagrada en Jerusalén la Basílica de la Resurrección que había sido construida a instancias del emperador Constantino y de su madre Elena, hoy venerada como santa.

13 de septiembre de 2014

“Que la única deuda con los demás sea la del amor mutuo” (Rom. 13,8).

En la primera oración de esta liturgia que sintetiza lo que queremos alcanzar como comunidad de creyentes, partiendo del hecho que por la redención fuimos constituidos hijos suyos, pedíamos a Dios que nos mirara con amor de Padre, como a sus predilectos y amados desde toda la eternidad en el amor del Hijo Único hecho hombre, Jesucristo.

3 de septiembre de 2014

“La Palabra del Señor es para mí oprobio y afrenta todo el día” pero “¡Tú me has seducido, Señor, y yo me dejé seducir!”

Los textos bíblicos de este domingo nos presentan un itinerario de perfección al que está llamado a transitar el creyente. En efecto, el bautizado que quiere crecer en santidad de vida, nunca se conforma con la medianía, con un cumplimiento mínimo de las exigencias, sino que el amor a Dios lo llevan siempre a aspirar a lo máximo.