Celebramos nuevamente con alegría en este segundo domingo de Pascua, a Jesús Resucitado.
"Lo único que se necesita para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada." Edmund Burke
28 de abril de 2017
22 de abril de 2017
“Identificados con Cristo por una muerte semejante a la suya, asemejémonos a Él por la resurrección”.
El apóstol san Pablo escribiendo a los cristianos de Roma (6,3-11)
afirma en primer lugar, que “si nos
hemos identificado con Cristo por una muerte semejante a la suya, también nos
identificaremos con Él en la resurrección”.
20 de abril de 2017
Clavado en sus manos y pies, herido el costado y la cabeza, Jesús exclama “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.
La
primera oración de esta liturgia del Viernes Santo recordaba que fuimos liberados de la muerte
heredada de nuestros primeros padres por los padecimientos de nuestro Señor
Jesucristo, pidiendo a su vez “que ya que
somos imagen del primer hombre recibamos de tu gracia la imagen celestial”.
17 de abril de 2017
“Supliquemos que de tan grande misterio, brote para nosotros la plenitud del amor y de la vida”.
Reconociendo en la primera oración de esta misa que nos hemos reunido
para celebrar la Cena de Jesús, Hijo
Unigénito de Dios, antes que se entregara a la muerte, en la que confiara a la
Iglesia el nuevo y eterno sacrificio, banquete pascual de su amor, pedíamos a
Dios nos concediera “que de tan grande
misterio, brote para nosotros la plenitud del amor y de la vida”.
10 de abril de 2017
5 de abril de 2017
“El pecador “huele mal” por el vicio, es esclavo “con los pies y las manos atados”, sin ver la verdad por “el rostro envuelto en un sudario”.
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