27 de febrero de 2015

“Jesús, triunfando sobre el demonio con la Sagrada Escritura y la decisión firme de servir al Padre, nos enseña y alienta a realizar lo mismo”.

Por el pecado de los orígenes, el ser humano queda herido en su interior y, dividido  en relación con las demás creaturas, necesita en medio de su fragilidad, ser rescatado y restituido en su primigenia dignidad como imagen y semejanza de Dios, para lo cual se le promete un Salvador.

17 de febrero de 2015

“Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su pueblo” (Lc. 7,16).


El libro de Levítico (13,1-2.45-46) indica cuáles son las normas que regulan la existencia de las personas enfermas de  lepra.

13 de febrero de 2015

“Ante la “buena nueva del revés”, anticristiana y mentirosa, proclamemos sin temor como Iglesia, la “Buena Noticia” de Cristo”.

El texto del evangelio (Mc. 1, 29-39) afirma que Jesús dice a Simón “vayamos a otra parte a  predicar también en las poblaciones vecinas predicando en las sinagogas de ellos y expulsando demonios”. San Pablo destaca su vocación de llevar a los demás el evangelio afirmando “¡Ay de mí si no predicara el evangelio!” (I Cor. 9,16-19.22-23), señalando además que no lo hace por iniciativa propia, sino que ha sido enviado después de su conversión a Cristo. 

6 de febrero de 2015

“Aleccionados por la Palabra Viva de Dios, optemos libremente por seguir en nuestras vidas, lo que Él nos pide”

En el libro del Deuteronomio (18,15-20) o segunda ley nos encontramos con un hecho novedoso. Dios  acepta el pedido de Moisés y constituye la figura del profeta, comunicándose de esa manera  con su pueblo, además de hacerlo mediante la Ley y la Sabiduría, que  forman parte del Antiguo Testamento, además de los otros escritos inspirados.