25 de marzo de 2015

“Si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto”.

En la primera oración con que comenzamos esta Eucaristía, pedíamos a Dios que su gracia nos conceda “participar generosamente de aquél amor que llevó a tu Hijo a entregarse a la muerte por la salvación del mundo”.

20 de marzo de 2015

“En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas”.



 El  segundo libro de las Crónicas (36, 14-16.19-23) que acabamos de proclamar, nos deja su mirada teológica sobre la historia del reino de Judá. 
Con sencillez  relata que los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infidelidades, se contagiaron de los cultos idolátricos de los pueblos vecinos y profanaron el templo de Dios con un culto vacío.  

10 de marzo de 2015

“¡Señor, cuánto me conoces y ya no te fías de mí! Ayúdame a convertirme y seguirte, buscando siempre tu voluntad, sirviéndote de corazón”

El libro del Éxodo hace referencia a la Alianza que Dios concreta con el pueblo elegido. Las diez palabras o decálogo, refieren al núcleo que debe comprometer a los hombres con Dios y con su prójimo. 

6 de marzo de 2015

“Escuchando al Hijo de Dios, y no otras voces, conozcamos lo que ennoblece la vida cristiana y conduce a la plenitud”.

Quizás muchas veces nos preguntamos el por qué el martirio del Señor tiene que ser el medio para rescatar al hombre del pecado y de la muerte eterna.