En la primera lectura que acabamos de proclamar, tomada del libro del Levítico (19,1-2.17-18), se presenta una reseña de lo que se llama la Ley de Santidad que Dios indica a Moisés dar a conocer entre los israelitas.
"Lo único que se necesita para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada." Edmund Burke
24 de febrero de 2020
17 de febrero de 2020
“La fidelidad y amor a la ley divina otorgan la justicia y santidad de los que optamos por el evangelio siguiendo los pasos de Jesús”
Al comienzo de esta eucaristía dominical, en nombre de todos los que participan de la liturgia, y reconociendo que Dios se complace en habitar en los corazones rectos y sencillos, suplicaba para la comunidad “la gracia de vivir de tal manera que encuentres en nosotros una morada digna de tu agrado”.
10 de febrero de 2020
“Crucificados para el mundo proclamamos la verdad y el bien del evangelio recibido, sin buscar agradar a los hombres sino a Dios”
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