Desde toda la eternidad, Dios quiso hacer participar al hombre, su obra más perfecta, de su misma vida.
Por eso, desde la creación, la existencia humana tiene la explicación de su origen y la seguridad de su fin en Dios Creador.
"Lo único que se necesita para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada." Edmund Burke