1.-Orígenes del Grupo Pro-Vida “Juan Pablo II”
Si bien el grupo Pro-Vida “Juan Pablo II” tuvo comienzo en
En dicha Encíclica, Juan Pablo II nos dice que somos el pueblo de la vida, “porque Dios en su amor gratuito, nos ha dado el Evangelio de la vida y hemos sido transformados y salvados por este mismo Evangelio” (nº 79) y por lo tanto enviados como pueblo a “estar al servicio de la vida” servicio que “obliga a todos y cada uno” como “una responsabilidad propiamente eclesial, que exige la acción concertada y generosa de todos los miembros y de todas las estructuras de la comunidad cristiana” (nº 79).
Para la realización de este deber de bautizados, el Pontífice nos invita a: 1) anunciar el Evangelio de la vida, 2) celebrar el Evangelio de
“Este anuncio del evangelio de
La cultura de nuestro tiempo pretende hacernos olvidar que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, presentándonos un prototipo de persona que se aleja cada vez más de la voluntad del Creador.
Es urgente tomar conciencia de esta dignidad, toda vez que el desprecio por el hombre campea en todos los campos.
En actitudes, en gestos, en políticas de Estado, se advierte que la persona humana no es vista como venida de la mano de Dios y llamada a la eternidad, sino que más bien se la presenta como una más dentro del engranaje de la vida económica, social y política.
Iluminar las conciencias pretende recobrar nuestra identidad de hijos de Dios a pesar de que se pretenda hacernos creer que no tenemos futuro eterno, y que sólo existimos para servirnos y no para la entrega generosa de nosotros mismos en obras de bondad.
Y así el grupo Pro-Vida, deberá iluminar para vencer las lacras que se ciernen sobre la vida no nacida y sobre el término de la misma, pasando por la dignificación del hombre en todo su recorrido temporal “(1)
“De hecho el vivir de muchas personas cristianas sin la presencia de Dios, sin oración, sin eucaristía, sin sentirse familia, es un signo de que no se ha valorado profundamente nuestro origen y nuestro fin, lo que encarna ser hijo de Dios y lo que significa haber recibido la vida humana como camino a la eterna.
Es el hombre y su dignidad creatural el ámbito que debe recorrer
Igualmente celebrar la vida significará ir mostrando la belleza de
Celebrar la vida implicará, desde el perfeccionamiento de la dignidad humana por el bautismo, robustecer nuestra mirada hacia los sacramentos de
Una tercera tarea para nosotros es la de servir al Evangelio de
“El grupo Pro-Vida fomentará por lo tanto lo que es digno de la persona, señalando que la prostitución, la drogadicción, el desamparo, la pobreza estructural, las familias carentes de lo necesario para vivir, la falta de trabajo, la carencia de vivienda y de atención adecuada de la salud, contrarían lo que Dios quiere para nosotros como dignificante y elevante de nuestra condición humana llamada a la eternidad.
La violencia de todo tipo, el olvido del hombre por sus hermanos son acciones que no favorecen la vida digna a la que estamos llamados.
Es aquí dónde todos podemos hacer algo, aunque más no sea dando algo de nuestro tiempo y esfuerzo por hacer más feliz la vida humana.
Amar la vida es trabajar para dignificar permanentemente al hombre tantas veces olvidado por la mentalidad de una sociedad cerrada en sí misma que sólo busca el autismo de los placeres efímeros.
Luchar por la vida es trabajar para que haya proyectos políticos que enaltezcan a la persona, y donde el bien común sea la finalidad de principal del quehacer humano”(4).
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