2 de agosto de 2022

No se puede servir a dos señores, a Dios y al dinero (Mt. 6, 24), porque esto es incompatible para un verdadero seguidor del Señor.

En la antífona del Salmo responsorial (Ps 89) pedíamos a Dios que nos conceda la sabiduría que de Él proviene, que implica adquirir el conocimiento para vivir bien según su voluntad y no según el pensamiento del mundo que es precisamente lo que cuestionan los textos bíblicos de hoy.
La primera lectura tomada del libro del Eclesiastés (1,2;2,21-23), cuyo autor  escribe doscientos años antes de Cristo,  refiere a la vanidad de los esfuerzos que muchas veces hace el hombre inútilmente, pensando que éstos son perdurables, cuando en realidad se esfuman fácilmente,  porque es fugaz el querer alargar la vida, pretender poseer más bienes, alcanzar mayor prestigio.
El texto insiste en que todo es vanidad, término  que aparece setenta y tres veces en el Antiguo Testamento, de las cuales treinta y ocho veces en el libro del Eclesiastés.
El autor no quiere presentarnos una imagen tremendista de la vida sino  la realidad de las cosas para que el hombre no caiga y se crea los relatos de la existencia humana que el mismo se fabrica.
Entonces el autor es brutal para afirmar la vanidad de todo lo que existe en nuestra vida.  El término significaba en su origen “soplo de viento”, o” “exhalación”, “realidad inconsistente y transitoria”, apunta  a aquello que no dura, que es precario, lo que no permanece, por eso es una palabra  muy fuerte que debe hacer reaccionar al ser humano en el sentido de buscar la sabiduría del corazón que proviene de Dios, de manera que valoremos lo importante.
Precisamente san Pablo (Col. 3, 1-5.9-11) refiere a lo que es trascendental en la vida humana diciendo “Ya que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Tengan el pensamiento puesto en las cosas celestiales”
Y esto  es así, porque que el bautizado al haberse aplicado en él el misterio Pascual de la muerte y resurrección del Señor, ha muerto al hombre viejo y ha nacido como hombre nuevo,  por eso es que San Pablo insiste en la necesidad de buscar los bienes del cielo, para que esta realidad le de sentido, ilumine las cosas de este mundo y nos haga ver realmente lo que es  perdurable y lo que es  transitorio.
El apóstol coherente con esta nueva existencia cristiana insiste en la necesidad de hacer morir en nuestros miembros todo lo que es terrenal, la impureza, la lujuria, los malos deseos, la pasión desordenada y a la  avaricia que es una forma de idolatría.
De hecho, respecto a la avaricia, Jesús dice  que no se puede servir a dos señores, a Dios y al dinero  (Mt. 6, 24) porque esto es incompatible para un verdadero seguidor del Señor.
Entiéndase bien que no es ilícito pretender llevar una vida más holgada económicamente hablando, llevar una existencia mejor para estar liberado de preocupaciones y angustias, pero sí lo es  convertirse en esclavo del dinero  y servirlo como si fuera Dios.
Justamente en el evangelio (Lc. 12, 13-21) Jesús nos enseña que nadie tiene asegurada su vida por las riquezas que tiene.
Y a su vez, al respecto, Santo Tomás de Aquino en la Suma Teológica  hablando acerca del fin último del hombre, recuerda  que todos aspiran a un fin último en la vida, pero la  diferencia está en que algunos aspiramos a Dios y otros han puesto como fin último al dinero, al poder y la gloria persona o el placer, cosas estas que no  satisfacen por completo porque son efímeras, son pura vanidad.
En el texto del Evangelio relacionado con esto, una persona le dice a  Jesús que intervenga en el reparto de una herencia, que probablemente la había recibido entera su hermano mayor según costumbre de la época, y que en caso de conflicto le tocaba al rabino intervenir o mediar entre varios en disputa.
Al respecto, conocemos de sobra situaciones de este tipo, que provocan, a causa de herencias, enemistades permanentes en miembros de una misma familia, que terminan odiándose, por lo que no debe admirar que Jesús diga que no es  árbitro o juez.
El Señor invita a elevar la mirada, a poner nuestra confianza no en las cosas de este mundo, buscando cómo resolver esto  desde una actitud nueva. Es cierto que la injusticia duele pero tenemos que tener confianza en Dios que muchas cosas las resuelve Él teniendo en cuenta que lo que se ha conseguido de mala manera se pierde también con el tiempo. ¡Cuántas situaciones quizás  hemos conocido de esta manera!
Por eso, hemos de escuchar al Señor que dice que la vida del hombre no está asegurada por la riqueza que tiene, como la situación de este hombre a quien le iba  magníficamente bien, consigue grandes ganancias y comienza a pensar qué hago ahora con toda esta fortuna.
Dónde guardo tantos bienes es la pregunta, porque en realidad siempre las grandes riquezas traen grave preocupaciones, temor a ser robado, o perder todo por situaciones fortuitas.
El razonamiento de este hombre no se dirige a favorecer a alguien con esa fortuna, a crear fuentes de trabajo que sostengan a no pocas personas, sino que se centra en sus propios intereses para lo cual no hay más solución que acumular y disfrutar de la riqueza durante los años de vida que le queden.
¿Qué dice Jesús? que Dios le dijo “insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?”
Esa noche murió y se quedó sin nada, porque a la tumba no se lleva nada, por eso Jesús dice que las riquezas no aseguran la vida del hombre, la seguridad hay que ponerla en otra parte.
Queridos hermanos: sigamos insistiendo en esta súplica del principio, poder alcanzar  la verdadera sabiduría del corazón y así conducirnos en la vida siendo guiados por el Señor que nos interpela para buscar ser rico a los ojos de Dios y poseer las actitudes correctas en orden a crecer en la vida de santidad.

Padre Ricardo B. Mazza. Cura Rector de la Iglesia Ntra Sra del Rosario y Convento san Pablo primer ermitaño., en Santa Fe de la Vera Cruz. Argentina. Homilía en el domingo XVIII durante el año. Ciclo C. 31 de Julio de 2022 ribamazza@gmail.com; http://ricardomazza.blogspot.com



 

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