1 de diciembre de 2008

EL JUICIO DE CRISTO REY (II)


Continuando con el artículo anterior, recordamos que el exámen que realiza Cristo sobre el obrar de cada persona, no es idéntico a todos. Dependerá de los talentos o dones recibidos. Y así a mayores dones o responsabilidades corresponden mayores exigencias. Y esto no sólo a modo personal, sino también como sociedad.
A unos les pedirá el Señor los pequeños gestos que señala el texto del Evangelio, pero a otros el reclamo será más exigente.
Todos estamos llamados a vivir las obras de misericordia ya espiritual o corporal, pero la responsabilidad será diferente en sintonía con los talentos recibidos.
Obviamente que mayor reproche de parte del Señor tendrán aquellas exigencias no cumplidas y por el contrario mayor alabanza las satisfechas en beneficio de la comunidad toda.
Quienes tienen responsabilidad como gobernantes de velar por el bien común serán requeridos por Cristo ante el espectáculo de tantos que viven en la miseria, mueren por desnutrición o yacen en la marginación más atroz por la ausencia de políticas de Estado que promuevan la dignidad del hombre haciendo cesar el hambre y la indigencia.
El aumento de la pobreza en la actualidad es una carga social que abruma a nuestro tiempo y de lo que se pedirá cuentas en el día del juicio.
Reclamará el Señor a quienes tienen el encargo de velar por la salud y se distraen en el negocio de la “salud reproductiva” incluyendo el aborto, descartando ocuparse en el tratamiento de lo más común y universal en este campo, haciendo caso omiso del “estuve enfermo y no me visitaste” dándome posibilidades dignas de vivir.
En este campo, cuántas veces la mejor atención depende de la chequera del paciente y no tanto porque se vea en él el rostro de Cristo.
¡Cuántas veces el manejo de la “caja” de las obras sociales está por encima del hecho de implementar sabiamente mejoras en el sistema de salud!
Interpelará también el Señor a quienes contando con recursos para fomentar la cultura del trabajo creando puestos laborables, prefieren tener clientes cautivos para sus proyectos electorales.
Los que en el mundo de la economía especulan con el lucro, y lo prefieren, antes que favorecer el empleo, escucharán también las palabras…”porque tuve hambre y no me diste de comer…”
¿Cuántos hermanos nuestros sin vivienda, son otros Cristos que carecen de un lugar dónde reposar sus cabezas? Del mismo modo escucharán las palabras del Señor “estuve peregrino” sin casa estable, y no me atendiste…
¿Cuántos presos hay con causas inventadas para satisfacer a la ideología de turno? y ¿cuántos hay libres cuando deberían estar purgando sus delitos? A los responsables de esta injusticia les llegará también la Palabra de Señor:”porque estuve preso y no me visitaste” con la verdad.
¡Cuántos desnudos pululan por el mundo por la exacerbación cultural de los sentidos, de la procacidad y la lujuria! ¡También los garantes de esto oirán las palabras del Señor “porque estuve desnudo y no me vestiste” con la dignidad de hijo de Dios!
Se habla de crisis energética, pero ¿cuánto tiempo ha transcurrido inútilmente sin que se trabaje para resolver esta situación?
También pedirá cuentas el Señor si acaso los dineros aportados por los ciudadanos –siguiendo el principio de solidaridad- para una legítima y honesta jubilación son utilizados para otros fines que no reconocen los derechos adquiridos por los aportantes.
“Tuve hambre” de un honesto pasar en mi vejez y no me diste de comer más que migajas, dirá el Señor aquel día.
Ciertamente también nosotros los llamados por el Señor al sacerdocio o a la vida consagrada seremos reconvenidos si no saciamos el hambre y la sed de verdad por medio de la palabra del Señor, proclamándola “oportuna e inoportunamente” (2 Tim.4, 2), o si nó alimentamos la vida del espíritu con los sacramentos, o si nó guiamos por el verdadero camino a quienes deambulan sin rumbo por esta vida.
Las palabras del profeta Isaías contra los malos pastores (Isaías 56, 9 ss.) se repetirán en boca del Señor, llamándonos “perros mudos” (v.10) si así estuvimos por miedo o comodidad.
Y así podríamos seguir ejemplificando recorriendo profesiones, oficios, y trabajos diversos, encontrando siempre el reclamo acorde al deber de cada uno.
Como comprobamos, el planteo que hace Cristo va a lo profundo del corazón humano y es allí dónde debemos analizar hasta qué punto estamos viviendo a fondo lo que se nos ha de reclamar.
Cristo no está en el chiquitaje, en la mezquindad, en lo mínimo, sino en lo máximo que debe dar el hombre acorde con su dignidad de hijo de Dios.
Todo esto nos ayuda a preguntarnos qué lugar ocupa Cristo en nuestra vida, ya que si la centralidad de nuestra vida es El, también lo será el hermano.
En definitiva, este pedir cuentas, no es más que una aplicación concreta del mandamiento del amor que incluye a Dios y se visualiza en el prójimo.
Por eso tenemos que apuntar a que Cristo sea el centro de nuestra vida, que El reine en nosotros con sus criterios, con sus exigencias, con su modo de ver la realidad.
El cristiano si quiere serlo de veras no puede hacer un proyecto de vida sin Cristo o a espaldas de El, sino que debe centrarse en su persona y decidirse a ser en el mundo discípulo suyo, para luego poder darlo a conocer a los demás en una actitud profundamente misionera.
¿Dónde está el sentido de nuestra vida? ¿En lo que distrae e impacta en un momento pero después se diluye como todo lo de la sociedad de consumo, o aspiramos a identificarnos con Cristo Nuestro Señor?
¿Cuál es nuestro tesoro, es decir lo más importante? Pregunta esta necesaria porque como enseña el Evangelio allí está nuestro corazón.
Nos ayudará ciertamente a vivir todo esto según el espíritu de Cristo, el preguntarnos, ¿Qué haría El en este momento en mi lugar?
Pidamos confiadamente que el Señor de las misericordias siga iluminándonos para conocer su verdad y nos de la fuerza necesaria para vivir el ideal de cristianos.

Padre Ricardo B. Mazza. Director del CEPS “Santo Tomás Moro” y del Grupo Pro-Vida “Juan Pablo II”. Santa Fe de la Vera Cruz, 23 de Noviembre de 2008. ribamazza@gmail.com; http://ricardomazza.blogspot.com; www.nuevoencuentro.com/tomasmoro; www.nuevoencuentro.com/provida;

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